The Birthday Experience
Como cosa rara, tengo montón de cosas que contar, así que empezaré por las más importantes. El jueves, tal como comenté, fue mi cumpleaños número 26 (sigo siendo un niño de pecho, por si acaso) y la ZINK! Experience fue genial, de verdad que no me puedo quejar. Si bien es cierto que no hubo velas ni torta que picar, abundó la cerveza, las alitas de pollo, las papas horneadas y por encima de todo, una especie de amistad que me hizo sentir casi, casi como en casa.
Desde la llamada de mis padres hasta las extrañas (pero divertidas) situaciones a las 4:30 am (Inés, prometo no decir nada), toda la celebración fue memorable. Y en cierto sentido, todos mis cumpleaños han sido memorables, por una u otra razón. Por ejemplo, hace un par de años decidimos celebrarlo en casa de Kao (quién para entonces era mi jefe en la emisora de radio donde yo trabajaba) y se nos ocurrió la idea de invitar un par de bandas a tocar allí ese día, compramos toneladas de cerveza y en líneas generales, creamos una especie de mini concierto aniversario. Ante la situación, le pregunté a Kao: "seguro que no hay problema en que hagamos esto aquí con el montón de gente que vendrá, el ruido, la cerveza, etc?" a lo que él respondió: "no vale, tranquilo. esta casa es alquilada pero el dueño no vive aquí, está en EEUU y el resto de los inquilinos no tiene problemas, de hecho, quieren que hagamos la fiesta". Ah bueno, entonces no hay nada de que preocuparse.
Dicho y hecho, empezó a llegar la gente, armamos la batería, conectamos los amplis, guitarras, bajo, cerveza, cavas, mujeres, amigos, todo un rollo. Creo que no habían transcurrido un par de horas cuando de pronto, en medio de mi gloriosa interpretación de "Roadhouse Blues", toda la luz de la casa fue sorpresivamente suspendida. Entró caminando, entre las sombras, un señor con cara de pocos amigos que preguntó en un tono nada amigable: "Quién es el responsable de esto?!!!" a lo que nadie respondió. Creo que más bien nos preguntamos quién había invitado a ese loco, que ahora nos gritaba y manoteaba con mucho esmero. Pues bien, resulta que ese era el dueño de la casa que vivía en EEUU y que jamás se enteraría de nuestra fiesta. Que divertido.
Está de más decir que nos echaron de la casa inmediatamente, y estoy siendo condecendiente conmigo mismo al usar la palabra "echaron". Desmontar la batería, deconectar los amplis, las guitarras, el bajo, meter las cervezas en las cavas, desalojar a las chicas, rescatar a los panas, todo en menos de 5 minutos. Y eso fue lo más ligero de la noche, porque al resto de los inquilinos les hicieron llegar una carta de desalojamiento con un plazo de un mes para buscar algún otro sitio donde vivir. Es decir, que por mi celebración de cumpleaños al menos 4 personas perdieron su casa. Woo hoo!!!
Y ese es tan sólo uno de los cuentos, hay muchos. Pero regresemos al de ayer, que empezó con un conato de asistencia al tributo de AC/DC en Siroco. Una banda llamada AC/NE tocaría temas de la era de Bon Scott, lo cual nos agradaba a unos cuantos, sin embargo decidimos irnos por las alitas de pollo y las papas horneadas de un pequeño bar llamado "El Alamo" (Av. Bravo Murillo con Calle Santa Juliana). Allí, las cervezas, el vino y el calimocho nos hizo olvidarnos del fulano tributo y lo que hicimos fue animarnos a comprar más alcohol y pasar el rato en alguna plaza. Luego de muchas vueltas, pagar vasos a 0.50 euros, parir el hielo y organizar la pea, elegimos la Plaza Vásquez de Mella como el escenario de la celebración.
Anécdotas, juegos eróticos, conversaciones subidas de tono, planes de fin de semana, charlas sobre Reiki, chistes internos con la parada de Chamartín, debates publicitarios, conversas y hasta entrega de souvenirs tailandeses, hubo de todo anoche. En fin, las gracias van a:
El B brorder Gabs y Naty, Carlos y Geo, Jan, Ram, Fran, el B Broder Iñaki, Mary, Kleber, TODOS en Zink!, Emily (que buen post!), Fari, Niky, GNZL, Jessica y por supuesto, a mi familia que me felicitó casi 6 horas antes :)
Sin duda, una buena noche de cumpleaños. Ta ta ta!
Desde la llamada de mis padres hasta las extrañas (pero divertidas) situaciones a las 4:30 am (Inés, prometo no decir nada), toda la celebración fue memorable. Y en cierto sentido, todos mis cumpleaños han sido memorables, por una u otra razón. Por ejemplo, hace un par de años decidimos celebrarlo en casa de Kao (quién para entonces era mi jefe en la emisora de radio donde yo trabajaba) y se nos ocurrió la idea de invitar un par de bandas a tocar allí ese día, compramos toneladas de cerveza y en líneas generales, creamos una especie de mini concierto aniversario. Ante la situación, le pregunté a Kao: "seguro que no hay problema en que hagamos esto aquí con el montón de gente que vendrá, el ruido, la cerveza, etc?" a lo que él respondió: "no vale, tranquilo. esta casa es alquilada pero el dueño no vive aquí, está en EEUU y el resto de los inquilinos no tiene problemas, de hecho, quieren que hagamos la fiesta". Ah bueno, entonces no hay nada de que preocuparse.
Dicho y hecho, empezó a llegar la gente, armamos la batería, conectamos los amplis, guitarras, bajo, cerveza, cavas, mujeres, amigos, todo un rollo. Creo que no habían transcurrido un par de horas cuando de pronto, en medio de mi gloriosa interpretación de "Roadhouse Blues", toda la luz de la casa fue sorpresivamente suspendida. Entró caminando, entre las sombras, un señor con cara de pocos amigos que preguntó en un tono nada amigable: "Quién es el responsable de esto?!!!" a lo que nadie respondió. Creo que más bien nos preguntamos quién había invitado a ese loco, que ahora nos gritaba y manoteaba con mucho esmero. Pues bien, resulta que ese era el dueño de la casa que vivía en EEUU y que jamás se enteraría de nuestra fiesta. Que divertido.
Está de más decir que nos echaron de la casa inmediatamente, y estoy siendo condecendiente conmigo mismo al usar la palabra "echaron". Desmontar la batería, deconectar los amplis, las guitarras, el bajo, meter las cervezas en las cavas, desalojar a las chicas, rescatar a los panas, todo en menos de 5 minutos. Y eso fue lo más ligero de la noche, porque al resto de los inquilinos les hicieron llegar una carta de desalojamiento con un plazo de un mes para buscar algún otro sitio donde vivir. Es decir, que por mi celebración de cumpleaños al menos 4 personas perdieron su casa. Woo hoo!!!
Y ese es tan sólo uno de los cuentos, hay muchos. Pero regresemos al de ayer, que empezó con un conato de asistencia al tributo de AC/DC en Siroco. Una banda llamada AC/NE tocaría temas de la era de Bon Scott, lo cual nos agradaba a unos cuantos, sin embargo decidimos irnos por las alitas de pollo y las papas horneadas de un pequeño bar llamado "El Alamo" (Av. Bravo Murillo con Calle Santa Juliana). Allí, las cervezas, el vino y el calimocho nos hizo olvidarnos del fulano tributo y lo que hicimos fue animarnos a comprar más alcohol y pasar el rato en alguna plaza. Luego de muchas vueltas, pagar vasos a 0.50 euros, parir el hielo y organizar la pea, elegimos la Plaza Vásquez de Mella como el escenario de la celebración.
Anécdotas, juegos eróticos, conversaciones subidas de tono, planes de fin de semana, charlas sobre Reiki, chistes internos con la parada de Chamartín, debates publicitarios, conversas y hasta entrega de souvenirs tailandeses, hubo de todo anoche. En fin, las gracias van a:
El B brorder Gabs y Naty, Carlos y Geo, Jan, Ram, Fran, el B Broder Iñaki, Mary, Kleber, TODOS en Zink!, Emily (que buen post!), Fari, Niky, GNZL, Jessica y por supuesto, a mi familia que me felicitó casi 6 horas antes :)
Sin duda, una buena noche de cumpleaños. Ta ta ta!
2 Comentarios:
¿Y yo sí puedo decir lo de Inés?
Yo creo que mejor no Fran... mejor no digamos nada :)
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