lunes, octubre 29, 2007

Las mujeres marsupiales

Los teléfonos celulares, sin duda alguna, son uno de los dispositivos que han calado con mayor facilidad en los venezolanos. No importa si tienen que dejar de comer, gastarse el sueldo completo y sacrificar la supervivencia de su familia, la mayoría de los venezolanos van y compran el celular más costoso que encuentren porque de alguna forma, ese aparatico es sinónimo de alcurnia.

El venezolano promedio no le presta atención a la practicidad del equipo y le da igual si el teléfono es el más complicado de manejar; sencillamente lo compra porque está de moda, porque tiene una decena de funciones que jamás usará y además, porque lo hace sentir importante. De hecho, he conocido gente que se muere por tener en sus manos un aparatico con cámara de 5 megapixels, bluetooth, calendario, hora mundial, conexión a internet, centenares de ringtones polifónicos, wallpapers, radio, televisión, sms, agenda electrónica, calculadora y juegos interactivos aún cuando lo único que realmente terminarán usando con frecuencia son los botones de llamar y colgar. Pero eso es lo de menos, lo que realmente interesa es convertirse en una especie de abanderado de la telefonía celular de última generación y para ello, hay que complementar la adquisición del equipo con un buen estuche.

En ese sentido, las opciones son prácticamente infinitas. Estuches de cuero, de plástico, de gamusa barata, con broches, sin broches, con cierres, sin cierres, con cierre mágico, sin cierre mágico, transparentes, de colores, con joyas falsas, con muñequitos animados, con luces y mil gimmicks más; los usuarios de teléfonos celulares tienen en el mercado venezolano un montón de alternativas para proteger sus preciados equipos. Sin embargo, hay un lote de consumidores -femeninos todos- que prefiere obviar las posibilidades que los manufacturadores taiwaneses ponen a su alcance y decide romper bruscamente los principios básicos de la estética y los buenos modales. Me refiero a las mujeres que tienen la costumbre de colocarse el teléfono celular entre los senos.

Así es amigo extranjero, no sé si en su país las mujeres suelen esconder estos aparatos entre sus pechos, pero acá en Venezuela, esta extraña práctica es bastante popular. ¿La razón? Pues no la tengo muy clara, pero según he escuchado, la idea de colocarse el celular entre los senos surge como consecuencia de la inseguridad en Venezuela. Aparentemente, las mujeres que tienen esta maña han manifestado que las amenzas de robo son tan grandes que se han visto obligadas a desechar los estuches convencionales y adoptar una nueva técnica para transportar en secreto sus teléfonos y evitar así que las despojen de sus preciosos dispositivos.

De hecho, recién ví un documental donde una señora explicaba el origen de esta inusual práctica, así que voy a compartirlo con ustedes. En el video, la mujer -que supuestamente fue la que puso de moda esta costumbre- comentaba que la idea se le ocurrió luego de ver en National Geographic un documental acerca de los canguros. Así es, la señora cuenta que justo cuando vió a la mamá canguro depositar cuidadosamente a su cría en el marsupio para protegerla de los depredadores, la idea de colocar el teléfono entre sus senos para protegerlo de los choros surgió casi de inmediato. Rápidamente estiró el cuello de su dormilona y miró hacia abajo. Supo al instante que sin sostenes no habría marsupio, así que corrió hasta el closet, como pudo se colocó un viejo brassier y chequeó de nuevo. Ya la cosa empezaba a tomar forma. Emocionada, agarró su celular y lo dejó caer entre el espacio que se formaba entre sus senos... ¡plin!... encajó perfecto.

De ahí en adelante, la costumbre de llevar el celular entre los senos se popularizó. Sin embargo, lo que esta visionaria no previno fue la manera en que se vería el teléfono entre sus pechos. A ella y a todas las mujeres marsupiales que caminan por las calles de Venezuela se les forma una especie de esternón anormal protuberante que lejos de disimular el aparato, lo delata tremendamente. Por otra parte, la mayoría de los hombres tendemos a ver hacia esa zona de la anatomía femenina y probablemente los ladrones también, así que difícilmente el celular pasará inadvertido. A eso agréguenle el sudor que seguramente se forma entre los senos luego de un arduo día de trabajo y verán que la técnica no es muy funcional que se diga. De hecho, es patética.

Lo peor es que hay mujeres que sacan el teléfono, escriben un mensaje, lo mandan y luego depositan el celular en el marsupio. Dos minutos después, les vibra el esternón y se meten la mano entre los senos para sacar el aparato. Leen el mensaje que les llegó, lo responden y repiten la dinámica, mil veces en un día. ¿Sexy? Ni de vaina. ¿Práctico? No creo. Entonces, por favor, que alguien me explique por qué hay mujeres que siguen metiéndose el celular entre las tetas. Quisiera saber.

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6 Comentarios:

Blogger pino dijo...

Man, fácil ese teléfono termina oliendo a levadura de cerveza; o lo que es lo mismo, el olor sui generis del caldo que exudan las tetas, por ejemplo, de una buhonera. Terrible.

8:47 p. m.  
Blogger Antonio Ricaurte dijo...

Y eso sin contar con el peligro potencial de padecer cancer de mama. Sin importar la tecnología celular que se use (CDMA, TDMA, CDMA2 o GSM) el riesgo de padecer de este tipo de cáncer aumenta.

Ahora, la práctica de esta modalidad se da por una razón única: la mujer venezolana suele tener "pechonalidad" que jode. En EEUU las mujeres se resienten de las latinas y por ello se montan esas lolas ergonométricamente imposibles. Acá, es raro que una chica no las tenga. Es más, estoy seguro que el tamaño promedio de seno ha de ser 36B. Mientras que en EEUU es 34A.

Ahora, apoyo la moción de que ya está bueno de meterse los celulares entre las tetas. Devolvamos el NAS y que se acabe la vaina.

Por unas tetas libres y sin opresión!

AR

5:13 p. m.  
Blogger Patty dijo...

OMG! XD jajajajajajaja Me he hecho la misma pregunta cada vez que veo alguna "marsupial". De verdad que es bastante desagradable, y si, definitivamente, desata cualquier cantidad de pensamientos asquerosos con respecto al aparatito y el sitio donde lo depositan. No creo que sea un método efectivo de proteger el teléfono, el que lo quiera, simplemente lo tomará donde esté.

7:46 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Pues la verdad esta técnica siempre me ha parecido de lo último, justamente por todos los factores que has resalando, principalmente eso de estar metiéndose la mano a cada rato para hacer uso del teléfono, de lo uuurrrrtimoooo... A mi parecer es una de las mañas más horrorosas que he visto últimamente, aunque ciertamente está muy "de moda". Así que como mujer no sabría explicartelo, y menos justificarlo...!

3:50 p. m.  
Blogger El Jector dijo...

jejeje bueno, lo mas loco es andar con una marsupial pana y que la llame alguie que quiera que te ponga al telefono.

Como se hace ahi? se acepta el telefono asi como viene? se le desprecia? que es lo politicamente correcto en esta situacion?

1:11 p. m.  
Blogger Lo. dijo...

Jajajajaja que fuerte!!! la verdad habia escuchado de la tecnica de esconder el dinero y los documentos y hasta se practica fuerta de venezuela, pero esto del celular si jamas lo habia escuchado, quizas a esta señora con complejos de mama canguro no se le veia la protuberancia pues suena a esas señoras de antes con gomas enormes y seguro hasta se le perdia el celular. En cualquier momento sale el protector de sudor, que no te extrañe. Que no te extrañe NADA!

Lola

5:57 p. m.  

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