Fight For Your Rights
... to party, nada menos. Ayer fue nuestra primera fiesta en Zink! (debió ser el pasado jueves, pero Javier -uno de los coordinadores del curso- se enfermó) y debo decir que no estuvo naaaada mal. Varias cosas hicieron de esta ocasión algo que vale la pena recordar... en principio, haberme conseguido con una botella de Ron Cacique, insigne producto nacional. ¡Vaya sorpresa!
Por otra parte, la fiesta de anoche sirvió para estrechar nexos de amistad (o disolver un poco las distancias) entre todos los que estamos participando en esta sesión intensiva de creatividad. Creo que es importante ir trabajando en esto para lograr el mejor resultado de toda esta experiencia grupal, porque precisamente de eso se trata, de compartir ideas y aprender de cada quién. En tal sentido, creo que ayer me metí un poco más de lleno en esto y pienso que algunas amistades están empezando a surgir, lo cual me contenta.
Ahora bien, aparte de todo este rollo emocional que puede tornarse aburrido, me entretuve viendo como poco a poco, cada quién iba cambiando su semblante a medida que el alcohol se iba apoderaba de sus vulnerables cuerpecillos. Siempre me ha resultado divertido ver esto y ayer no fue la excepción. Chicas lindas súper mareadas, chicas lindas babeandose como por arte de magia, besos apasionados, jilipolladas, situaciones embarazosas, en fin, lo usual. Sin embargo, lo más sorprendente de la noche fue la aparición del hombre manos de tijera, que al parecer salió en pijamas a disfrutar de nuestra fiesta. Curiosas las cosas que se ven en ZINK!
Por otra parte, la fiesta de anoche sirvió para estrechar nexos de amistad (o disolver un poco las distancias) entre todos los que estamos participando en esta sesión intensiva de creatividad. Creo que es importante ir trabajando en esto para lograr el mejor resultado de toda esta experiencia grupal, porque precisamente de eso se trata, de compartir ideas y aprender de cada quién. En tal sentido, creo que ayer me metí un poco más de lleno en esto y pienso que algunas amistades están empezando a surgir, lo cual me contenta.
Ahora bien, aparte de todo este rollo emocional que puede tornarse aburrido, me entretuve viendo como poco a poco, cada quién iba cambiando su semblante a medida que el alcohol se iba apoderaba de sus vulnerables cuerpecillos. Siempre me ha resultado divertido ver esto y ayer no fue la excepción. Chicas lindas súper mareadas, chicas lindas babeandose como por arte de magia, besos apasionados, jilipolladas, situaciones embarazosas, en fin, lo usual. Sin embargo, lo más sorprendente de la noche fue la aparición del hombre manos de tijera, que al parecer salió en pijamas a disfrutar de nuestra fiesta. Curiosas las cosas que se ven en ZINK!
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