viernes, septiembre 28, 2007

¿Y tú, no bailas?

Ayer, mientras escuchaba boogaloo con los panas en Barrabar y veía a unas cuantas parejas bailar de aquí para allá al ritmo de Ray Barreto, tuve esta pequeña revelación que me hizo reflexionar por unos minutos: El baile es una esfuerzo egoista para intimidar a los que jamás encontraron la forma de moverse armónicamente de la misma manera en que lo hacen estas sectas bailarinas, que aparentemente tienen una técnica estricta para contonearse desaforadamente dependiendo del ritmo que sea amplificado por las cornetas de una discoteca, tasca, bar o lugar afín.

¿Por qué tiene que haber una forma particular de bailar salsa? ¿Acaso es necesario que existan toda esta especie de parámetros tan marcados que determinan -ante los ojos de muchos- si eres bueno o malo con tal ritmo? Por supuesto, hay gente que nació para bailar y sus movimientos en la pista los hacen lucir geniales, pero el resto de nosotros, por más que tratamos de hacer alguna serie de movimientos más o menos lógicos, siempre parecemos estar a destiempo. Eso, particularmente, me divierte. Y bastante. De hecho, lo hago todo el tiempo aunque no precisamente por gusto, más bien por defecto. De cualquier forma, me resulta gracioso terminar bailando un poco distinto a los demás cuando lo que trato es de seguirles el paso. Cuestiones dinámicas, supongo.

Claro, esa situación deja de ser divertida cuando la chica que te gusta espera que bailes igual o mejor que ella. Es ahí cuando realmente desearía que el baile -como conjunto de pasos ordenados y meticulosamente sincronizados en función de un ritmo particular- no estuviese tan bien posicionado en la mente de los mortales. Típico que estás hablando con ella, ríen juntos, descubren que tienen cosas en común, rien de nuevo y de pronto, sin previo aviso, el DJ decide que es hora de pinchar un largo set de merengue. En ese momento, el tipo que inventó el baile sale al patio de la casa con su tobo en la mano, abre la llave del agua fría, lo llena hasta el tope, luego corre hacia donde estás y con todas sus ganas lo vacía sobre tí mientras sus estruendosas carcajadas resuenan durante horas. Hijueputa set de merengue. Por supuesto que al empezar la primera nota, la chica sonríe e insinúa una bailadita haciendo movimientos cortitos con los hombros, para adelante y para atrás, como diciendo: "¡vamos idiota, no ves que tengo ganas de bailar!".

¿Que más queda? Saltar al terreno y hacer el mejor esfuerzo posible. La cosa está en que yo particularmente no puedo dar todas esas vueltas... por delante, por atrás, con la manito en la espalda, entrelazados, con los ojos cerrados, con la zurda; que va, esa vaina yo no logro hacerla. O me concentro en los pasos, o veo a los ojos a la chica en cuestión y le sonrío, o me preocupo por coordinar las vueltas, pero las tres cosas a la vez no logro concretarlas. Quizá por eso los seguidores de los ritmos electrónicos y los fanáticos del rock n' roll se divierten tanto en sus rumbas y conciertos... simplemente cada quien anda por su lado y manifiesta su euforia de la manera que mejor le parece, sin atender a ninguna lista de movimientos claves. No importa si bailas drum n' bass, electro, techno o house de la misma forma; tampoco importa si sacudes la cabeza en círculos, levantas la mano y haces los cachos del diablo, escupes sangre y muerdes murciélagos, saltas o te quedas estático viendo a tu banda de rock favorita. ¡Da igual! Hagas lo que hagas siempre va a estar bien.

Ahora bien, cualquiera puede venir a decirme que cada quien es libre de bailar como quiera porque a fin de cuentas no estamos obligados a seguir esos parámetros fascistas imperialistas mediáticos que nos impone el capitalismo atroz, lo cual es cierto. Sin embargo, como hay gente que sí domina todas esas técnicas bailarinas y otras no, siempre va a haber una desigualdad estética en la pista que causa algo de ruido. Ideal sería que no existieran patrones de baile y cada quien lo hiciera de la forma más absurda posible pero vamos, hay un montón de cosas que serían ideales si algo diferente a lo actual sucediera, así que mejor sigo practicando y me preparo para sacudir la pista de baile este fin de semana. Salud.

Etiquetas: , , , , ,

martes, septiembre 25, 2007

Se buscan muñequitos de plastilina

Casi 10 días sin escribir acá, básicamente porque no conseguía ni tiempo ni ganas de hacerlo. Y ni hablar del GustaPOD, que ya tiene poco más de 5 meses en posición de descanso. Un desastre. El rollo está en que por alguna razón, siento que los días no me rinden para hacer todo lo que tengo anotado en el cuaderno Caribe que guardo celosamente bajo la cama y que contiene las cosas que poco a poco debería ir concretando a corto plazo... postear de una vez por todas el episodio 11 del GustaPOD, escribir con más frecuencia en el blog, comprarme un iPod, conseguirme una novia europea para irme a vivir a Suiza, leer las 35 revistas que compré en Buenos Aires, organizar el iTunes, comprar un libro sobre Teoría del Color, hacer un curso de dibujo e ilustración, aprender fotografía, comprarme una silla decente y la lista sigue y sigue y sigue.

Afortunadamente, hay algunas cosas que no estaban contempladas y de pronto parece que empiezan a tomar forma. Por ejemplo, un programa de radio en una emisora de Caracas. Nada seguro hasta ahora, pero aparentemente hay buenas posibilidades de lograr algo en ese sentido, así que ya escribiré de eso si se concreta. Por otra parte, hoy en el Metro, una chica -que no tengo idea de donde la conozco pero que sé que me conoce- me comentó algo acerca de un cortometraje en el que quiere que participe... como actor. Sí, leyó bien, como actor. La propuesta me tomó por sorpresa, no sólo porque me resulta imposible recordar quien es la chica que amablemente se me acercó en el Metro y segundo, porque la idea de participar en un proyecto audiovisual como ese me infunde una especie de miedo escénico incontrolable. Yo no fui hecho para eso; lo mío, si acaso, es la radio. Además, con sólo pensar que tendré a un tipo diciéndome que llore o me ría cuando seguramente no tendré ganas ni de llorar ni de reír, pues me intimida un poco. Para cautivar audiencias se necesita talento, como el de este Bono que pillé en TVE hace unos días y más tarde en Nopodemosmas:



No hay duda, para causar ese efecto en el espectador hay que tener madera. Además, saber que habrán cámaras rodando, gente que puede llegar a perder horas de trabajo porque yo no logro recordar mis parlamentos, el maquillaje, las luces y el resto de las cosas que acompañan este tipo de proyectos me hacen pensar que debo declinar, sutilmente, la oferta cinematográfica. Sin embargo, voy a leer el guión, al menos para saber de lo que me pierdo.

Ya para terminar, si hay alguien que sepa trabajar bien con plastilina y quiera ayudarme con un par de personajes que necesito moldear para tomar una foto, digan presente justo al final de este post.

Escuchando: Ozzy Osbourne - "Over The Mountain"

Etiquetas: , , , , , , , , ,

jueves, septiembre 06, 2007

¡Papá, ya deja de darme lepes!

A veces no tengo mucho que contar y otras veces pocas ganas de escribir, ergo, quedan un poco olvidadas -blogueramente hablando- algunas cosas que pasan por acá, así que las vaciaré lo más rápido posible para dejarlas registradas:

* La semana pasada llamamos al tipo que cambió la historia de las Rancheras en el mundo. Como quizá algunos de ustedes habrán visto o escuchado, hace unas semanas en "Quien quiere ser millonario", Juan (al tipo no lo conozco, sólo lo he chalequeado por teléfono) enfrentó una de las preguntas más confusas que han sido presentadas en el programa y con millones de personas viéndolo en todo el país, no le quedó otra más que lidiar con la interrogante de forma espléndida e inolvidable. El escenario era, más o menos, el siguiente: cuarta pregunta, dos comodines y la pregunta:

La canción dice: "no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el...

A. Papirruqui
B. Papá de los helados
C. Rey
D. Alma de la fiesta

Todo un reto, nadie lo puede negar. Además, el razonamiento previo a la respuesta definitiva fue sorprendente: "... sino tengo trono ni reina, definitivamente no puedo ser el rey". Sin lugar a dudas, una demostración de pensamiento lógico envidiable que según he leído en wikipedia, sólo algunas pocas especies pueden manifestar de manera tan impactante. Sin embargo, no fue suficiente y el participante debió recurrir a una valiosa herramienta: el comodín 50/50. Lo hizo y el panorama más o menos se despejó, quedando sólo las opciones B y C. Con bases en el razonamiento anterior, la respuesta definitiva quedaba servida en bandeja de plata: "no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo EL PAPÁ DE LOS HELADOS". En ese momento, el reino de las rancheras se estremeció; la tradición mariachera vió devastados todos sus cimientos y las páginas de la música mexicana se reescribieron con crema helada, pepitas de colores y sirope de chocolate.



Corte inmediato a la cara de Eladio Lares y vemos una sonrisa que lo delata; está gozando. Corte a los padres de la brillante criatura y en realidad, yo particularmente, no sabría leer sus facciones... esa conclusión tendrán que sacarla ustedes luego de ver el video. Corte a la audiencia en studio, que siguiendo las indicaciones del conductor corean estruendosamente: "¡no tengo trono ni reina, ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo EL REY!". Esa escena, imaginarnos cómo sería el regreso de la familia al carro luego de salir del studio (lepes parejos, seguro) y el hecho de que un pana tenía el número celular del protagonista de la noticia fue lo que nos inspiró a llamarlo la semana pasada, haciéndonos pasar por los integrantes de un popular mariachi que a petición de una doncella, le dedicaban una canción muy especial. Claro, la chica nos pidió cantar sólo el coro, así que eso hicimos.

A mitad de camino Juan descubrió nuestras intenciones, pero tuvo la gentileza de dejarnos terminar el verso. Entre risas penosas y una ladilla manifiesta, Juan nos dijo: "Son la persona número 1.358 que me llama para joderme con eso..." a lo que sólo pudimos responder, mientras reíamos sin parar: "...y tú eres el único idiota que no se sabe la canción". Bah, ni modo, así de niños somos a veces. De cualquier forma, fue muy divertido.

* Apple lanzó ayer su nueva línea de iPods que sorprendió a algunos y desilucionó a otros (quizá yo estoy en el último lote, por cierto). Un shuffle sin muchos cambios; un nuevo nano regordete que ahora también podrá reproducir videos; un iPod Classic con más capacidad, nuevo color, más delgado, bla, bla, bla... y finalmente, lo que todos esperaban: un iPod Touch similar al iPhone, pero más delgado y sin la opción de teléfono, por supuesto. Lo que me desanima un poco es que el último sea de 16GB y memoria flash, cuando lo ideal hubiese sido uno con disco duro de al menos 30GB. Para rematar, le bajaron 200$ al iPhone de 8GB y descontinuaron el de 4GB así que para comprar un iPod Touch, es mejor comprarse un iPhone o un Classic de 160GB, por ejemplo. Éste último creo que será el que llegará a casa dentro de poco.

* Daniela Kosán (¿se escribirá así?) es simpática. Ayer estuve al final de una sesión fotográfica y la chica es un amor. No fue que hablamos por horas, ni mucho menos, pero hay gente que sencillamente transmite buenas cosas.

* Iron Maiden hizo hoy anuncio que me hizo agua la boca y que por poco me hace llorar: El año próximo iniciarán el "SOMEWHERE BACK IN TIME TOUR 2008", una gira que incluirá toda la producción del World Slavery Tour '84-'85 y un setlist que promete estar fuertemente representado por temas de "Powerslave", "Somewhere In Time" y "Seventh Son Of A Seventh Son". Insuperable. Hasta se compraron un Astraeus Boeing 757 para viajar por el mundo con todos los juguetes. God bless Iron Maiden.




Bueno, listo. Nada más por ahora.

martes, septiembre 04, 2007

Franelas mojadas

Rápido post para agradecer el maravilloso espectáculo de ayer. Nosotros en la agencia solemos ir al Complejo Deportivo La Guacamaya (Las Mercedes) cada15 días y jugamos un par de horas con la intención de distraernos y matar fiebre un rato, pero lo de ayer superó todas las expectativas: 10 chicas esbeltas con shortcitos cortos y camisitas ajustadas, jugando fútbol sala mientras llovía a cántaros. Gritaban, se reían, chapoteaban y se abrazaban cuando anotaban gol... todo frente a nuestros ojos.

A quien quiera que haya sido el responsable de regalarnos tan sorprendente episodio, gracias.

Etiquetas: , , , ,

domingo, septiembre 02, 2007

Kinka

Hay un comercial que ganó oro este año en Cannes que cuenta la historia de un personaje incomprendido; un tipo que va por la vida haciendo cosas y la gente simplemente lidia con él sin prestarle mayor atención, hasta que finalmente se topa con alguien que lo entiende, que valora su potencial y lo recibe con los brazos abiertos. Pues bien, resultó imposible recordar esas escenas cuando mi hermana me contó que a "canela" tuvieron que sacrificarla hoy para liberarla de un gran sufrimiento.

"Canela" era especial. Durante 15 años, esa perrita fue nuestro juguete favorito. Con ella, los largos y aburridos domingos no existían y cada momento era una oportunidad para lanzar pelotas al aire y esperarlas de vuelta, empapadas en saliva y acompañadas de un insistente meneo de cola. En ocasiones, un par de amigables ladridos también. Por las mañanas, esa cocker -la más larga del mundo (cuando la compramos, pensábamos que era un setter y por eso no le cortamos la cola. Luego pasaron los años, se quitó el disfraz y descubrimos que era una cocker, pero ya no había manera de librarse de ese pedacito al final de la espalda así que lo dejamos como estaba)- nos acompañaba mientras esperaba ansiosamente su ración de pan tostado mojado en café con leche (de otra manera, no se lo comía) y luego, minutos más tarde, corría hacia el garaje y nos despedía cada vez que salíamos hacia el colegio. Era así de detallista.

El tiempo siguió transcurriendo y como es natural, envejeció y adquirió la insoportable habilidad de hacerme perder la paciencia en 3 segundos. Ladraba cada vez que pasaba el camión del aseo, ladraba cuando tocaban el timbre, ladraba cuando los señores del agua potable renovaban nuestras reservas, ladraba a los gatos, ladraba a los perros, ladraba al viento, ladraba a la señora que limpia y en todo momento, se esforzaba por hacerlo tan fuerte como le fuera posible. También salía al patio, comía unas cuantas matas y luego entraba a la casa para vomitar. Para ella era algo normal y natural, como no, pero para mí era todo un inconveniente. Sobretodo porque tenía que limpiar el desecho.

Su bulimia vegetariana, sus achaques de vieja, sus antojos y su actitud cada vez más despreocupada la empezaron a transformar en un personaje similar al del comercial que les contaba al inicio y yo, siendo el idiota amargado y desagradecido que soy, empecé a reducir la dosis de afecto y poco a poco fui desprendiéndome de ella. El resto de la casa, sin embargo, seguía teniéndole el mismo aprecio incondicional. Más aún cuando le detectaron unos tumores que la estaban matando lentamente, sin que nosotros pudiéramos hacer mucho al respecto. Pagamos una operación, extrajeron algunos y otros, aparentemente, se quedaron viviendo dentro de ella hasta que la hicieron perder el apetito, la movilidad, las ganas de ladrar, la alegría, el brillo en los ojos que la hacía ver tan llena de ganas de salir al patio a correr y jugar a la pelota, los ánimos de subirse al sofá del que siempre la bajábamos... en fin, la hicieron trizas.

Hoy, finalmente mi familia tomó la decisión de hacerle las cosas más fáciles y la pusieron a dormir, para siempre. Como era de esperarse, ahora estoy frente a la compu con los ojos repletos de lágrimas, escribiendo acerca de la perrita que durante un buen tiempo estuve procurando evitar. No me despedí y creo que la voy a echar de menos. Sé que va a ser extraño llegar a casa y ver que sólo una nariz mojada sale a recibirme. Va a ser triste llegar a casa y ver un montoncito de tierra al pie del arbol en lugar de ver a la perrita marrón de cola larga comiendo grama para luego vaciarla en la sala. Definitivamente, hará falta.

Lo fino de todo esto es que, al igual que el personaje del comercial que posteo abajo, Canelita consiguió un montón de gente que al final supo lidiar con sus cosas y apreciar su extraordinaria lealtad. Y presumo que ahora, esté donde esté, seguirá siendo la Reina que siempre fue.

So long, canelita.