La Coruña
Hablaré rápidamente de mi visita a La Coruña, no porque no merezca la pena extenderme en los comentarios sino porque tengo montón de cosas pendientes :) A ver, La Coruña (cuya denominación oficial y en gallego es A Coruña) es una ciudad pequeña y muy tranquila, con un atractivo muy simple (pero genial): la playa. Es fantástico esto de poder salir de casa y estar a orillas del mar en tan sólo 5 minutos.
Vamos, la playas gallegas no tienen nada que ver con las venezolanas, básicamente porque la arena no es suave (más bien son como unas piedritas pequeñas que ladillan al caminar) y el agua es muy fría, o al menos así me pareció. A eso le pueden sumar que las playas de La Coruña son organizadas, bien cuidadas y llenas de muejeres en topless. Pero no se hagan ilusiones, cuando hablo de mujeres en topless me refiero a decenas de ancianas tiradas en la arena ofreciendo un espectáculo, como decirlo, deprimente. Ojo, no hablo de discriminación en contra de la tercera edad ni mucho menos, al contrario, me parece genial que los ancianos puedan disfrutar de la playa con la tranquilidad y ánimo que lo hacen, pero coño, de ahí a andar mostrándole las tetas chorreadas a todo el mundo... bueno, esa es otra cosa. Pero ni modo, de vez en cuando también se pilla a una guapa galleguita que empareja la situación y embellece el panorama.
Además, La Coruña tiene lugares muy especiales en los que se disfruta plenamente esto de ver el mar, como el Obelisco Millenium o la Torre de Hércules, el único faro romano (y el más antigüo) del mundo que actualmente se encuentra funcionando. Según leí en Wikipedia, la mitología dice que "hubo un gigante llamado Gerión, rey de Brigantium, que obligaba a sus súdbitos a entregarle la mitad de sus bienes, incluyendo sus hijos. Un día los súdbitos decidieron pedir ayuda a Hércules que retó a Gerión en una gran pelea. Hércules derrotó a Gerión, lo enterró y levantó un túmulo que coronó con una gran antorcha. Cerca de este túmulo fundó una ciudad y, como la primera persona que llegó fue una mujer llamada Cruña, Hércules puso a la ciudad éste nombre".
Por otra parte, está El Museo de Bellas Artes, el Museo Arqueológico, La Casa del Hombre (conocido como Domus), la Casa de las Ciencias, el museo de Arte Contemporáneo, el Aquarium Finisterrae, el Museo de los Relojes, el Museo de la electricidad y unos cuantos edificios más que hacen de La Coruña un destino que vale la pena visitar, al menos por unos días. Ahora bien, lo mejor de La Coruña fue ver a Iñaki y a Maru, con quiénes pasé unos cuantos días en su apartamento de magnates, ubicado a 5 minutos del mar y a dos cuadras del estadio donde juega el Deportivo La Coruña. Fuimos a la playa, paseamos en tranvía, comimos desmedidamente, bebimos unas cuantas cervezas, nos perdimos en un laberinto hecho de arbustos, compré el nuevo disco de Iron Maiden (que aún no termino de escuchar por completo) y nos preparamos para el concierto de Pearl Jam en Barcelona escuchando una y otra vez "No Code" y "Pearl Jam" (el disco).
Antes de que se me olvide, debo decir que la cerveza gallega es genial, mucho mejor que la Mahou madrileña. Se llama "Estrella Galicia" y rasca que jode. Claro, quizás yo no soy la mejor referencia para hablar de potencia alcohólica (no soy un gran bebedor) pero luego de 3 ó 4 ya sentía que podía perderme en el camino. Quizás sea mucho alcohol para tan poquitos centímetros cúbicos de sangre.
Finalmente, ese mito de que los gallegos son brutos y tal... pues yo no estaría tan seguro, a no ser por una señal de tránsito que vimos cerca de un pequeño puerto que nos conseguimos. Era una de estas zonas en donde hay varios veleritos y lanchas aparcadas, que por lo general estan rodeadas de barandas y cosas. Bien, había una señal justo en la acera frente al puerto que me resultó muy divertida. Era como decir: "si te montas en la acera, pasas por encima de los conos, te llevas por delante las barandas y sigues derecho hacia las lanchas, caerás al mar". Jolines, esa señal estaba de más :)
Vamos, la playas gallegas no tienen nada que ver con las venezolanas, básicamente porque la arena no es suave (más bien son como unas piedritas pequeñas que ladillan al caminar) y el agua es muy fría, o al menos así me pareció. A eso le pueden sumar que las playas de La Coruña son organizadas, bien cuidadas y llenas de muejeres en topless. Pero no se hagan ilusiones, cuando hablo de mujeres en topless me refiero a decenas de ancianas tiradas en la arena ofreciendo un espectáculo, como decirlo, deprimente. Ojo, no hablo de discriminación en contra de la tercera edad ni mucho menos, al contrario, me parece genial que los ancianos puedan disfrutar de la playa con la tranquilidad y ánimo que lo hacen, pero coño, de ahí a andar mostrándole las tetas chorreadas a todo el mundo... bueno, esa es otra cosa. Pero ni modo, de vez en cuando también se pilla a una guapa galleguita que empareja la situación y embellece el panorama.
Además, La Coruña tiene lugares muy especiales en los que se disfruta plenamente esto de ver el mar, como el Obelisco Millenium o la Torre de Hércules, el único faro romano (y el más antigüo) del mundo que actualmente se encuentra funcionando. Según leí en Wikipedia, la mitología dice que "hubo un gigante llamado Gerión, rey de Brigantium, que obligaba a sus súdbitos a entregarle la mitad de sus bienes, incluyendo sus hijos. Un día los súdbitos decidieron pedir ayuda a Hércules que retó a Gerión en una gran pelea. Hércules derrotó a Gerión, lo enterró y levantó un túmulo que coronó con una gran antorcha. Cerca de este túmulo fundó una ciudad y, como la primera persona que llegó fue una mujer llamada Cruña, Hércules puso a la ciudad éste nombre".
Por otra parte, está El Museo de Bellas Artes, el Museo Arqueológico, La Casa del Hombre (conocido como Domus), la Casa de las Ciencias, el museo de Arte Contemporáneo, el Aquarium Finisterrae, el Museo de los Relojes, el Museo de la electricidad y unos cuantos edificios más que hacen de La Coruña un destino que vale la pena visitar, al menos por unos días. Ahora bien, lo mejor de La Coruña fue ver a Iñaki y a Maru, con quiénes pasé unos cuantos días en su apartamento de magnates, ubicado a 5 minutos del mar y a dos cuadras del estadio donde juega el Deportivo La Coruña. Fuimos a la playa, paseamos en tranvía, comimos desmedidamente, bebimos unas cuantas cervezas, nos perdimos en un laberinto hecho de arbustos, compré el nuevo disco de Iron Maiden (que aún no termino de escuchar por completo) y nos preparamos para el concierto de Pearl Jam en Barcelona escuchando una y otra vez "No Code" y "Pearl Jam" (el disco).
Antes de que se me olvide, debo decir que la cerveza gallega es genial, mucho mejor que la Mahou madrileña. Se llama "Estrella Galicia" y rasca que jode. Claro, quizás yo no soy la mejor referencia para hablar de potencia alcohólica (no soy un gran bebedor) pero luego de 3 ó 4 ya sentía que podía perderme en el camino. Quizás sea mucho alcohol para tan poquitos centímetros cúbicos de sangre.
Finalmente, ese mito de que los gallegos son brutos y tal... pues yo no estaría tan seguro, a no ser por una señal de tránsito que vimos cerca de un pequeño puerto que nos conseguimos. Era una de estas zonas en donde hay varios veleritos y lanchas aparcadas, que por lo general estan rodeadas de barandas y cosas. Bien, había una señal justo en la acera frente al puerto que me resultó muy divertida. Era como decir: "si te montas en la acera, pasas por encima de los conos, te llevas por delante las barandas y sigues derecho hacia las lanchas, caerás al mar". Jolines, esa señal estaba de más :)
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